6 pimientos grandes, rojos o verdes
2 pimientos morrones
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
Salsa bechamel
12 langostinos
Vino blanco
2 tomates
Pimienta
Perejil
Aceite
Sal.
Preparación:
2 pimientos morrones
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
Salsa bechamel
12 langostinos
Vino blanco
2 tomates
Pimienta
Perejil
Aceite
Sal.
Preparación:
Se ponen los pimientos al horno con un chorrito de aceite por encima para quitarles la piel con facilidad; se pelan, y se limpian de semillas abriéndolos por el casquete del corazón; se reservan.
Se hace una salsa bechamel con mantequilla, harina, leche y caldo de cocer las cabezas y pieles de los langostinos. Estos se parten en pedazos y se añaden a la bechamel para que cuezan unos minutos con ella.
Se deja enfriar un poco y se van rellenando los pimientos con la salsa y los langostinos. Se tapan los pimientos con los corazones o un casquete de cebolla y un palillo; se pasan por harina y huevo, se fríen y se disponen en una cazuela.
En otra cazuela, se pone a dorar la cebolla bien picada con los ajos machacados; cuando empiece a dorar se le añaden los tomates, pelados y limpios de semillas, los pimientos morrones, también picados, un buen chorretón de vino blanco y más caldo de la cocción de las cabezas de los langostinos; se deja reducir el vino y que la salsa se vaya ablandando, hasta que esté todo hecho: se vierte esta salsa sobre los pimientos rellenos y se deja que se haga todo junto, lentamente, durante una media hora, moviendo la cazuela de vez en cuando y dando la vuelta a los pimientos con unas cucharas de madera para que no se peguen.
Esta misma receta se puede hacer utilizando otros mariscos en la farsa y prescindiendo de la bechamel. En tales casos (por ejemplo con centollo), se desmenuza éste una vez cocido, se rehoga con una cebolla picada fina, una copa de jerez seco y algo de harina para ligar la salsa y se rellenan los pimientos con la farsa; el resto del procedimiento es el mismo.
Se hace una salsa bechamel con mantequilla, harina, leche y caldo de cocer las cabezas y pieles de los langostinos. Estos se parten en pedazos y se añaden a la bechamel para que cuezan unos minutos con ella.
Se deja enfriar un poco y se van rellenando los pimientos con la salsa y los langostinos. Se tapan los pimientos con los corazones o un casquete de cebolla y un palillo; se pasan por harina y huevo, se fríen y se disponen en una cazuela.
En otra cazuela, se pone a dorar la cebolla bien picada con los ajos machacados; cuando empiece a dorar se le añaden los tomates, pelados y limpios de semillas, los pimientos morrones, también picados, un buen chorretón de vino blanco y más caldo de la cocción de las cabezas de los langostinos; se deja reducir el vino y que la salsa se vaya ablandando, hasta que esté todo hecho: se vierte esta salsa sobre los pimientos rellenos y se deja que se haga todo junto, lentamente, durante una media hora, moviendo la cazuela de vez en cuando y dando la vuelta a los pimientos con unas cucharas de madera para que no se peguen.
Esta misma receta se puede hacer utilizando otros mariscos en la farsa y prescindiendo de la bechamel. En tales casos (por ejemplo con centollo), se desmenuza éste una vez cocido, se rehoga con una cebolla picada fina, una copa de jerez seco y algo de harina para ligar la salsa y se rellenan los pimientos con la farsa; el resto del procedimiento es el mismo.
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