2 aguacates medianos
1 tomate (preferiblemente de mata o de pera, pero es igual)
1/2 Cebolla o 1 Cebolleta
zumo de medio limón
sal
tabasco
una cucharada sopera de Aceite de Oliva Virgen
Preparación:
Se pela el aguacate. (Un truco para extraer la carne se puede hacer con una cuchara).
Una vez pelado, lo cortamos y le quitamos el hueso. Lo echamos en el vaso de la batidora.
Pelamos el tomate y picamos la cebolla, añadíendolo todo al vaso de la batidora.
Añadimos sal al gusto, un poco de tabasco, también al gusto y el aceite. (Con el aceite no conviene pasarse ya que el aguacate es una fruta muy grasa y no conviene convertir la salsa en un engrudo).
Se añade el zumo de medio limón, que además de darle un punto de sabor estupendo, por sus propiedades antioxidantes, nos permitirá conservar en la nevera la salsa sobrante sin que se eche a perder.
Batimos todo hasta que adquiera la consistencia deseada y listo.
Es muy fresca y sabrosa, aunque eso si, de noche puede resultar un poco fuerte.
1 tomate (preferiblemente de mata o de pera, pero es igual)
1/2 Cebolla o 1 Cebolleta
zumo de medio limón
sal
tabasco
una cucharada sopera de Aceite de Oliva Virgen
Preparación:
Se pela el aguacate. (Un truco para extraer la carne se puede hacer con una cuchara).
Una vez pelado, lo cortamos y le quitamos el hueso. Lo echamos en el vaso de la batidora.
Pelamos el tomate y picamos la cebolla, añadíendolo todo al vaso de la batidora.
Añadimos sal al gusto, un poco de tabasco, también al gusto y el aceite. (Con el aceite no conviene pasarse ya que el aguacate es una fruta muy grasa y no conviene convertir la salsa en un engrudo).
Se añade el zumo de medio limón, que además de darle un punto de sabor estupendo, por sus propiedades antioxidantes, nos permitirá conservar en la nevera la salsa sobrante sin que se eche a perder.
Batimos todo hasta que adquiera la consistencia deseada y listo.
Es muy fresca y sabrosa, aunque eso si, de noche puede resultar un poco fuerte.
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